Un portalápices con el aditamento de un reloj calendario que además te da la temperatura. Y todo para saber a que hora hay que cambiar los pañales. En esta ocasión el pichigüili se lo han dado a las enfermeras.
Un verdadero clásico que se reinventa a si mismo todos los años. La combinación perfecta de un porta lápices de cartón con un calendario. Un dos en uno excepcional. De un glamour extremo.
Un increíble cachibache que no sirve absolutamente para nada. Intenta diferenciar la velocidad de absorción de dos productos distintos. Y para eso se gastan en este invento gilipollas.
Preciosos clips en forma de hueso. Y hay que ver como se lo han currado los del marketing. Clips en forma de hueso para promocionar un producto para los huesos. Eso es estar atentos a la jugada.
Un curioso artilugio que reúne a una calculadora con una luz para la lectura en ambientes íntimos. Ver el despliegue del brazo articulado con la luz es lo más cercano al nirvana que conozco.