Es que piensan en todo estos de los pichigüilis. ¿Cómo se puede vivir sin este artilugio para colgar el fonendo? Desde que conozco su existencia sólo pienso en uno de estos para mi consulta ya que este es prestado.
Me encantan esta linternas que no usan pilas y que funcionan a base de que el personal movilice una dinamo. Además de no dejarte nunca tirado, desarrollas una musculatura que no veas. Si dura mucho el apagón, acabaras con un dolor de mano que te cagas y entonces te tomas el producto que anuncia y listo.
Recogidita en su envase ad hoc está esta bolsa que te saca de un apuro. Para llevarla en bolsos, mochilas o similares es imprescindible cuando te lías con una compra que no cabe en el bolso o la mochila. Entonces, ZAS, sacas tu superbolsa y asunto arregaldo.
Se supone que sirve para colocarlo sobre la mesa de la consulta y poder anotar (y borrar) algún mensaje que quieres recordar. Una porquería del 12 en un artilugio gigantesco que ya está en la basura. Of course.
Qué mejor que esta forma de corazón para asociar el producto y la salud cardiovascular en una cinta métrica para medir el perímetro abdominal, y calcular el IMC
Genial este artilugio. Es de esos pichigüilis que parecen la caña y luego no salen de un cajón porque en realidad no se usan nunca. Se trata, nada más y nada menos, que un cargador de teléfonos con energía solar. ¡A que os habéis quedado muertas!
Un guante de cocina. Lo he encontrado en un cajón de la cocina. Especial para malos cocineros que hacen platos que dan nauseas y le pauta el tratamiento del anuncio.
Cristina nos manda este gurruño mochilero. Es una especie de "gurruño" de plástico, que cuando le das la vuelta (como a los jibiones) se convierte ¡en una mochila!. Y con modelo de excepción