Son mas bien sosones. Lo único a destacar es que cada uno es menor que el siguiente en una escala precisa y milimétrica. Todo ello en su cajita ad-hoc. Pero de todo tiene que haber en el mundo clip.
Por un extremo es un subrayador. Por el otro tiene un desgrapador. Y para culminar el invento tiene un imán para adherirse a las superficies metálicas. Agotado con tanta utilidad
El mundo de los clips me tiene fascinada. La imaginación y la capacidad para acomodarse a los distintos productos merecen por si solas un blog específico. Hoy unos pulmones. Tócate la nariz